Una parodia de ‘Los muertos vivientes‘. Uf, qué pereza. Pues no, resulta que es un tebeo fantástico. José Miguel Fonollosa, autor de ‘Miau’ o ‘El viaje de Darwin’ es el responsable de ‘Los muertos revivientes’ (Dolmen), la adaptación cómica de la archifamosa y requetevendida obra de Robert Kirkman y Charlie Adlard. En sus manos, lo que podría haber sido un mero ejercicio de chupar rueda de la moda zombi, se convierte en un tebeo de humor que funciona por si mismo y que a la vez desmonta con gracia el original.

Evidentemente, Fonollosa tiene que tirar de ‘Los muertos vivientes’ para armar su historia. Así, nos presenta a Dick Grima, un policía que tras ser herido de bala despierta en un hospital desierto… Bueno, o no, que hay una enfermera que se empeña en demostrar que los centros de la Seguridad Social son eficientes. Y a partir de aquí, Fonollosa despliega una historia que de vez en cuando se rencuentra con la de Kirkman, pero que mientras tanto le sirve para desarrollar gags con una fluided pasmosa. Memorables las páginas en las que un paramilitar narra el supuesto origen de la plaga: un meteorito que impactó en un laboratorio ubicado sobre un cementerio indio, en el que científicos practicantes de la magia negra experimentaban con chimpances. Ahí queda eso.

Aunque conocíamos el buen hacer de Fonollosa, la lectura de ‘Los muertos revivientes’ es una sorpresa.  De momento ha aparecido el primer número, y pronto saldrá el segundo, de este comic book más que simpático que, por 3, 5o euros, hace pasar un rato fantástico.